Artículo publicado en Mallorcadiario.com el 9 de octubre de 2010. https://www.mallorcadiario.com/laberinto-verde-u-oportunidad-para-las-empresas-patricia-guasp
La Unión Europea se ha tomado muy en serio la lucha contra el cambio climático y ha otorgado a las empresas un papel clave en este objetivo. En los últimos años, la Comisión Europea ha introducido varias regulaciones para fomentar y conocer qué actividades económicas son sostenibles y si su financiación se puede considerar “verde”. Una de estas regulaciones es el Reglamento de Taxonomía de la UE, que clasifica las actividades sostenibles. La cuestión no es baladí porque las sociedades que no respeten los criterios medioambientales marcados por esta taxonomía se juegan perder opciones de financiación más barata o atraer inversores, por ejemplo. Y los requisitos se volverán aún más complejos en los próximos años e incluso podrían exigirse para optar a la contratación pública.
Para muchos, el término sostenibilidad está asociado a problemas ambientales como el cambio climático y la escasez de recursos. Pero el concepto va mucho más allá. Lasostenibilidad también aborda cuestiones sociales, como la gestión de los Recursos Humanos, el gobierno corporativo o la ética. Y la integración de los factores medioambientales, sociales y de buen gobierno en la cultura corporativa es uno de los principales retos para las compañías españolas.
La clave está en hacer de esos criterios ESG, de la circularidad y de la sostenibilidad una oportunidad. Por eso la competitividad y sostenibilidad deben ir de la mano y, ya no solo porque las Directivas y los Reglamentos europeos así lo estén requiriendo a las empresas para adaptarse a la transición ecológica, sino también porque la integración de la sostenibilidad en la estrategia empresarial resulta hoy por hoy un desafío para las empresas para generar valor y aumentar su competitividad.
Las empresas deben saber que existen nuevas tecnologías de la información que les ayudará a priorizar y enfocar los recursos, reducir los riesgos, los costes siendo más sostenibles como marca la UE y a la vez ganar en competitividad. En definitiva, asumir los retos de la Sostenibilidad puede marcar la diferencia entre tomar la delantera o quedarse rezagado.
La realidad es que queda mucho camino por recorrer y que estos complejos e imperfectos instrumentos normativos, que empiezan a ser de obligado cumplimiento para las empresas, no son una varita mágica que va a resolver todos los problemas de la noche a la mañana. Si bien, la integración de los requisitos de sostenibilidad y los criterios ESG en la estrategia empresarial con un enfoque integral ayudará a las empresas, no solo a encontrar la salida del laberinto verde, sino a llegar a la meta del desarrollo sostenible (social, económico y medioambiental) aumentando su competitividad.
Mirando a Europa 